Por medio de un colega de
profesión, Jorge Payá Sellés, tuve conocimiento de un trabajo sobre el
terremoto de Lisboa acaecido el 1 de noviembre 1755. El libro “Los efectos del
terremoto de Lisboa” de José Manuel Martínez Solares recoge información sobre
las consecuencias que tuvo el terremoto en toda la
península Ibérica. Causó un enorme impacto en su época y provocó numerosas
víctimas humanas y materiales, siendo la zona de mayor siniestralidad el sur de
Portugal y la capital lusa, ya que tras el terremoto sobrevino un maremoto y un
incendio que destruyo casi por completo la ciudad de Lisboa. Fue tal su
envergadura que provocó una gran
incidencia social y la movilización de efectivos de varias monarquías europeas
que corrieron en ayuda de los damnificados, cuantificándose las víctimas en
torno a 100.000 personas.
Pero como hemos
advertido los efectos del terremoto, cuyo epicentro se situó en el océano
Atlántico a varios cientos de kilómetros de la costa, también pudo sentirse en
el resto de la península causando desperfectos en las edificaciones. Así, el apéndice
II del mencionado trabajo, recoge la transcripción de documentos de la sección
de Estado del Archivo Histórico Nacional. Está documentación fue generada a
partir de la encuesta que el rey Fernando VI mandó realizar el 8 de noviembre
de 1755 para recabar información de los daños producidos en las
poblaciones y capitales de todo el territorio español. Se elaboró un
cuestionario de ocho preguntas destinadas a evaluar de la manera más rápida
posible los daños producidos en los pueblos y ciudades de España. Monforte pertenecía
a la gobernación de Alicante así como la población de San Juan; por tanto, los
posibles desperfectos que en estas entidades locales pudieran haberse producido
debían ser recabados por el corregimiento de Alicante. De este modo la información
remitida por el marqués de Alós, corregidor de Alicante, el 19 de noviembre en
respuesta a la orden de su majestad, indica que en las Iglesias de San
Juan y Monforte se sintió el temblor, y
que en Monforte sus gentes vieron como las aguas de la Fuente del Caño subieron
considerablemente. También indica algunos desperfectos en la Iglesia de San Juan y que
en la ciudad de Alicante fue prácticamente imperceptible.
En el archivo municipal
de Monforte del Cid se conserva el acta del cabildo de 18 de noviembre de 1755[1] que
recoge la comunicación remitida por el marqués de Alós en relación a la orden
de su majestad para recoger la información sobre los daños del terremoto en la
población.
No cabe duda de lo
anecdótico de este hecho en lo que a su incidencia en Monforte se refiere, pero
cabe destacar como en la documentación municipal quedan reflejados los acontecimientos
contemporáneos a esa documentación, que luego "escribirán” la Historia, destacando el
enorme valor de esos documentos como fuentes primarias, ya que un suceso de ese
calibre a nivel europeo es recogido en documentos municipales de un pequeño
municipio como era Monforte.
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