LA FERIA EN HONOR A LA VIRGEN DE ORITO
Este mes celebramos las fiestas en honor a Ntra. Sra. de Orito, una celebración casi tan antigua como el milagro de la aparición de la pequeña imagen. Todos sabemos la historia tan peculiar de la virgen y hemos sido partícipes a lo largo de los años de su festividad. Lo que quizás desconozcan muchos es la costumbre, hoy desaparecida, de la celebración de una feria en honor a la Virgen de Orito entre el 7 y 10 de septiembre en Monforte, concretamente en la plaza del Parador. Esta feria, como el porrate de San Pascual, atraía a comerciantes y personas de pueblos colindantes a Monforte, y por ende a Orito. Son numerosos los expedientes conservados en el archivo histórico que recogen el arriendo de los puestos públicos y paradas de la feria que se celebra los días 7, 8, 9 y 10 de septiembre[1]. Los expedientes de arriendo conservados abarcan desde el año 1820 hasta principios del s. XX. La feria se celebrará de manera ininterrumpida salvo determinados años a consecuencia, por ejemplo, de hechos de naturaleza pandémica, como la epidemia de cólera del año 1855, que no suspendió la feria sino que la pospuso a octubre. Y la mayoría de las veces será celebrada durante tres días: 7, 8 y 9, o bien 8, 9 y 10 de septiembre. También es destacable la naturaleza “inmemorial” que se otorga literalmente a la celebración de la feria en las actas de los cabildos entre los años 1850 y 1870, dato que nos da una idea de su antigüedad.
Son muchas las particularidades vinculadas a esta feria como su celebración en la plaza del Parador y calles colindantes, ya que durante las fiestas la imagen era trasladada a Monforte y recibida en procesión. El recinto de celebración de la feria y de todos los actos vinculados a la misma era denominado “el Real de la Feria” como puede verse en la imagen del folleto del año 1908. También es destacable el cambio de denominación en los expedientes de arriendo de los puestos donde pasan de llamarse “feria que se celebra los días 8, 9 y 10 de septiembre” (o 7, 8 y 9, como ya hemos explicado), a denominarse a principios del s. XX “Feria de Ntra. Sra. de Orito”. Otro dato curioso es la utilización de maderas para el montaje de las paradas o casetas construidas por la llamada Comisión de Feria, aunque los comerciantes también podían trasladar su propia caseta o instalarse en alguna casa del recinto bajo el pago de una tasa. También destaca la utilización del alumbrado eléctrico por primera vez en este evento en el año 1904, gracias al sr. Luís Gumiel.
La feria acogía gran variedad de puestos: venta de comidas preparadas y bebidas, talabarteros (trabajadores del cuero), guitarreros, vendedores de aperos de labranza, zapateros, plateros, sombrereros, pañeros, confiteros y un largo etc.
En cualquier caso se trata de una de las costumbres ya desaparecida vinculada a una de nuestras fiestas más longevas, ya que las últimas referencias escritas son anteriores a la guerra y las personas más mayores del municipio no la han vivido (aunque sí habían oído hablar de ella), pero que gracias a la conservación del patrimonio documental de Monforte, de su memoria escrita, podemos hoy rememorar y dar a conocer a las generaciones del presente y del futuro.
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